Es un cachorro macho naranjita que se buscaba la vida en un parque de Villanueva de la Serena, no sabemos como llegó allí.
Una señora lo alimentaba.
Lo acogimos por el temor a que, siendo tan pequeño acabara muerto por el ataque de un perro o cualquier otra de las miles de cosas terribles que pueden pasarle a un gato en la calle, por desgracia. Tenía mucho miedo, desnutrido pero muy dulce y cariñoso.
Poco a poco se fue tranquilizando en casa y adaptándose a los perros y sus otros amigos gatos.
Al final su casa de acogida decidió adoptarlo para evitar nuestros cambios que volvieran a desequilibrarlo.
Le aterran los niños, no sabemos que pudo pasarle en aquel parque pero en su nueva casa no hay ese problema.
Ahora es feliz y está muy tranquilo.
Una señora lo alimentaba.
Lo acogimos por el temor a que, siendo tan pequeño acabara muerto por el ataque de un perro o cualquier otra de las miles de cosas terribles que pueden pasarle a un gato en la calle, por desgracia. Tenía mucho miedo, desnutrido pero muy dulce y cariñoso.
Poco a poco se fue tranquilizando en casa y adaptándose a los perros y sus otros amigos gatos.
Al final su casa de acogida decidió adoptarlo para evitar nuestros cambios que volvieran a desequilibrarlo.
Le aterran los niños, no sabemos que pudo pasarle en aquel parque pero en su nueva casa no hay ese problema.
Ahora es feliz y está muy tranquilo.